Confinada durante mucho tiempo a regiones con actividad volcánica, la geotermia promete convertirse en una fuente de energía mucho más versátil gracias a las nuevas tecnologías.
OPINIÓN: El aumento del nivel del mar no solo afectará a las viviendas situadas frente a la costa, sino también a las infraestructuras bajo nuestros pies.
El país sudamericano está perdiendo unos 1.500 km2 de bosque cada año, principalmente en zonas que solían estar bajo control de la guerrilla y de gran riqueza natural: donde se junta la biodiversidad de los Andes con la del Amazonas.
A lo largo de 1.100 kilómetros, desde México hasta Costa Rica, se encuentra el arco volcánico centroamericano. En él se encuentra una gran variedad de tipos de magmas, lo que lo convierte en un paraíso para la geología.
Estas masas de tierra húmeda, aunque intrínsecamente pasajeras, han sido esenciales tanto para las personas como para la vida salvaje por miles de años. Pero los cambios recientes han provocado algunas pérdidas rápidas que preocupan a los científicos.
Un instrumento de última generación, a bordo de un rover marciano que aún no ha emprendido su viaje, puede ser la clave para responder la pregunta sobre la vida en el planeta rojo.
Es como un radar, pero con luz. La detección acústica distribuida —DAD— capta los temblores de volcanes, del hielo y de las fallas en las profundidades marinas, así como los estruendos del tráfico y los cantos de las ballenas.
OPINIÓN: Expertos advierten que los volcanes evolucionan con el tiempo, lo que lleva a subestimar el número de ellos que pueden entrar en erupción —especialmente los que son capaces de las mayores explosiones—.
Científicos trabajan para trazar un mapa de los riesgos del deshielo del permafrost, que podría exponer a millones de personas al invisible gas cancerígeno.