Científicos de ambos lados de la frontera trabajan para entender cómo la barrera está afectando a la biodiversidad de la zona. Mientras tanto, las comunidades intentan mantener con vida a los animales que se han quedado sin acceso al agua.
A pesar de las crecientes medidas de protección, estos peces figuran entre los animales más amenazados del mundo. Nuevas pruebas para detectar las especies con las que se comercia, así como estudios de población, buscan ayudar a salvarlos.
Aunque los estudios siguen siendo contradictorios y los productos a menudo no son homogéneos, muchos científicos tienen la esperanza de que el cannabidiol pueda ayudar a los caninos y otros peludos que sufren artritis, alergias y ansiedad.
Algunas hacen nidos dentro de conchas marinas, otras llevan burbujas de aire en la espalda. Las arañas que volvieron al agua desarrollaron muchas estrategias de supervivencia.
Estos insectos chupadores de sangre se presentan ahora en dos variedades y son resistentes a muchos pesticidas. Las nuevas estrategias de erradicación incluyen esporas de hongos y olores humanos desagradables.
Una enfermedad priónica similar a la de las vacas locas se está extendiendo rápidamente entre las poblaciones de ciervos y alces de Norteamérica. Un microbiólogo veterinario analiza las opciones para mantenerla a raya.
Los pueblos que viven cerca de la naturaleza tienen una rica tradición que integra a las plantas, los animales y los paisajes en sus lenguas maternas —y puede que tengan pistas vitales para proteger la biodiversidad—.
El país sudamericano está perdiendo unos 1.500 km2 de bosque cada año, principalmente en zonas que solían estar bajo control de la guerrilla y de gran riqueza natural: donde se junta la biodiversidad de los Andes con la del Amazonas.
Cuando se gestionan de la manera correcta, las fincas que cultivan nuestra bebida matutina pueden ser un refugio para la biodiversidad vegetal y animal.
La secuenciación del ADN, el seguimiento por GPS y las dietas a la medida están restaurando, poco a poco, la población del kākāpō, en peligro de extinción.
A medida que crece la energía eólica en todo el mundo, también lo hace la amenaza que las turbinas suponen para la fauna. Nuevos enfoques, algunos sencillos y otros de alta tecnología, pueden ayudar.
La vida marina, adherida a botellas de plástico y otros desechos humanos, ha viajado lejos de sus hábitats costeros y puede amenazar a las especies locales.
Nuestra aversión colectiva hacia los arácnidos podría estar haciendo que pasemos por alto algo aún más aterrador: las arañas pueden estar desapareciendo.