Los niños de origen inmigrante en Estados Unidos suelen tener dificultades para dominar dos idiomas. Creencias erróneas de los padres, la falta de apoyo en las escuelas y las actitudes sociales, son algunos de los factores que influyen en que sea así.
Los cerebros de los adolescentes son muy capaces, aunque inconsistentes, en esta edad crítica de exploración y desarrollo. También están muy en sintonía con las recompensas.