En un cambio importante, los psicólogos consideran ahora la compulsión descontrolada al trabajo como una adicción con su propio conjunto de factores de riesgo y consecuencias.
Si sus buenas intenciones de hace unos meses no han dado muchos resultados, tome nota. Un psicólogo nos cuenta lo que podemos aprender de los estudios sobre la fuerza de voluntad.
Aunque los estudios siguen siendo contradictorios y los productos a menudo no son homogéneos, muchos científicos tienen la esperanza de que el cannabidiol pueda ayudar a los caninos y otros peludos que sufren artritis, alergias y ansiedad.
Diabetes, pérdida de peso y, ahora, salud cardíaca: una nueva familia de fármacos está cambiando la forma de pensar de los científicos sobre la obesidad —y se vislumbran aún más usos para estos medicamentos en el horizonte—.
Los pueblos que viven cerca de la naturaleza tienen una rica tradición que integra a las plantas, los animales y los paisajes en sus lenguas maternas —y puede que tengan pistas vitales para proteger la biodiversidad—.
El tratamiento con fármacos como la buprenorfina, la metadona y la naltrexona se considera la norma de referencia para los jóvenes con adicción a los opiáceos. ¿Por qué no se utiliza más a menudo?
Cada vez hay más pruebas que apuntan a una relación entre esta debilitante enfermedad neurológica y los microbios que viven en nuestros intestinos. La conexión podría venir a través del nervio vago.
Los científicos están indagando en los juegos mentales que influyen en el rendimiento deportivo, desde el estilo de entrenamiento hasta la forma en que se enfrenta la presión.
Nuevas investigaciones sugieren que, para mantener un cerebro sano, debemos cuidar nuestro microbioma intestinal. La mejor manera de hacerlo ahora mismo no es mediante pastillas y suplementos, sino con una mejor alimentación.
Nos han fascinado desde que identificamos sus restos por primera vez. Hoy en día, gracias a nuevos artefactos y tecnologías, los descubrimientos sobre nuestros parientes más cercanos son cada vez más numerosos.
Aprobada hace más de una década, la estimulación magnética transcraneal (EMT) es moderadamente eficaz. Adaptar el tratamiento a cada cerebro puede mejorar sus resultados.
Los científicos están descubriendo indicios de que existen múltiples fases de sueño en todo el reino animal. Las fases ‘activas’ del sueño son muy parecidas a la fase REM.