Cucos, tordos y otras especies tercerizan sus tareas parentales. Científicos están descubriendo nuevas artimañas en este astuto —y a menudo traicionero— juego de supervivencia.
Para comprender los orígenes de la vida pluricelular, un grupo de investigadores estudia una variopinta variedad de parientes animales más simples. Los puntos en común que están descubriendo ofrecen un tesoro de pistas sobre nuestro pasado común.
Algunas personas de ascendencia africana occidental corren un mayor riesgo de insuficiencia renal. Nuevos fármacos basados en la investigación genética podrían ayudar a enderezar el rumbo, si estos llegan a todos los que los necesitan.
Jenny Graves se ha pasado la vida mapeando genes y comparando genomas. Ahora ha creado una obra musical sobre la evolución de la vida en este planeta, con el mismo ímpetu y experimentalismo con que estudió los cromosomas de los marsupiales.
Hace más de 70 años, el matemático Alan Turing propuso un mecanismo que explicaba cómo podían surgir patrones a partir de una uniformidad anodina. Los científicos siguen utilizando su modelo —y añadiendo nuevos giros— para obtener una comprensión más profunda de los patrones de los animales.
Algunas hacen nidos dentro de conchas marinas, otras llevan burbujas de aire en la espalda. Las arañas que volvieron al agua desarrollaron muchas estrategias de supervivencia.
Con la primera terapia médica aprobada, y con sistemas como CRISPR-Cas apareciendo en células complejas, están sucediendo muchas cosas en el campo de la edición del genoma. Aquí nuestro manual básico.
Nos han fascinado desde que identificamos sus restos por primera vez. Hoy en día, gracias a nuevos artefactos y tecnologías, los descubrimientos sobre nuestros parientes más cercanos son cada vez más numerosos.
Los científicos coinciden en que hace eones, una bacteria se instaló dentro de otra célula y se convirtió en su centro de energía, la mitocondria. Pero existen teorías contrapuestas sobre el nacimiento de otros organelos como el núcleo y el retículo endoplásmico.
Los insectos sociales y los humanos comparten el rasgo de repartirse las tareas, al igual que algunos peces. Investigadores han descubierto que esto surge de forma natural y que, a menudo, no hace falta un jefe para mantener el orden.
El ecologista Sandy Milner ha viajado a Alaska durante décadas para estudiar el desarrollo de arroyos que fluyen luego de que se derriten los glaciares. Ha visto insectos que se establecen en un nuevo lugar, alisos y sauces que brotan y miles de peces que llegan a desovar.
Muchas ranas y salamandras de colores brillantes tienen suficientes toxinas en la piel como para matar a varias personas. ¿Cómo sobreviven a sus propias armas nocivas?