Piénselo dos veces antes de caminar sobre esa crujiente capa superior del suelo. Puede ser un ecosistema vital —uno que usted puede ayudar a proteger—.
Compré una planta que brilla. Me llevó por un camino de hongos radiantes, experimentos del siglo XIX y una rivalidad moderna entre científicos de Rusia y América.
Desde las pitones de Birmania y las anguilas asiáticas del pantano, hasta helechos trepadores del Viejo Mundo, el sur de Florida alberga hordas de animales y plantas exóticas. ¿Qué se puede hacer ante los estragos ecológicos que están provocando?
El emblemático marsupial australiano ha sido considerado fuente de alimento, plaga, mascota y, ahora, un problema de conservación. Los científicos están acabando con los mitos —utilizando la genética, los robots y la ciencia ciudadana— y encontrando nuevas formas de proteger a los animales.
Hace más de 70 años, el matemático Alan Turing propuso un mecanismo que explicaba cómo podían surgir patrones a partir de una uniformidad anodina. Los científicos siguen utilizando su modelo —y añadiendo nuevos giros— para obtener una comprensión más profunda de los patrones de los animales.
Científicos de ambos lados de la frontera trabajan para entender cómo la barrera está afectando a la biodiversidad de la zona. Mientras tanto, las comunidades intentan mantener con vida a los animales que se han quedado sin acceso al agua.
A pesar de las crecientes medidas de protección, estos peces figuran entre los animales más amenazados del mundo. Nuevas pruebas para detectar las especies con las que se comercia, así como estudios de población, buscan ayudar a salvarlos.
Algunas hacen nidos dentro de conchas marinas, otras llevan burbujas de aire en la espalda. Las arañas que volvieron al agua desarrollaron muchas estrategias de supervivencia.
Estos insectos chupadores de sangre se presentan ahora en dos variedades y son resistentes a muchos pesticidas. Las nuevas estrategias de erradicación incluyen esporas de hongos y olores humanos desagradables.
A medida que el mundo se calienta, los árboles de los bosques como los de Minnesota ya no se adaptarán a sus climas locales. Ahí es donde entra en juego la migración asistida.
Los científicos de materiales están elaborando polímeros respetuosos con el ambiente a partir de fuentes naturales como la seda, las fibras vegetales y algas. Los costos y la aceptación siguen siendo obstáculos por superar.
Los pueblos que viven cerca de la naturaleza tienen una rica tradición que integra a las plantas, los animales y los paisajes en sus lenguas maternas —y puede que tengan pistas vitales para proteger la biodiversidad—.
OPINIÓN: El comercio internacional y los viajes traen consigo la destrucción ecológica de los lugares naturales más preciados del mundo. Tenemos que hacer más para detener este asalto.
El país sudamericano está perdiendo unos 1.500 km2 de bosque cada año, principalmente en zonas que solían estar bajo control de la guerrilla y de gran riqueza natural: donde se junta la biodiversidad de los Andes con la del Amazonas.
This is a required field
Please enter a valid email address
Approval was a Success
Invalid data
An Error Occurred
Approval was partially successful, following selected items could not be processed due to error